ter tu lios

Se reunían en cafetines o en bares baratos. Guardaban en sus bolsos, o doblados en los bolsillos del pantalón algunos poemas o cuentos impresos en hojas carta, robadas de ruines despachos. Después de comentar el tiempo, algún partido de futbol o el capítulo de alguna serie de televisión, alguno se animaba y leía... tímido, susurrante.. Los demás se ponían nerviosos. Parecían inmigrantes en espera para mostrar sus pasaportes falsos, o reos con sus rogativas para salir de presión, u obreros sindicalistas empuñando sus petitorios salariales. De reojo miraban a Melchor. Era el único con suerte : "había publicado" Si lo veían sonreir, sonreían. Si lo veían bostezar, le daban un sorbo amargo a la cerveza tibia que esperaba sobre el mantel manchado...

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